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Soy Martu, arquitecta y ceramista. ¡Mucho gusto! Si llegaste hasta acá, me gustaría contarte un poquito acerca de mi y de mi proyecto.

Mis primeras piezas de cerámica son de 1994, cuando tenía 4 años. Iba a los Talleres de la Flor (el nombre es todo) en donde hacía cerámicas varias, cuadros y también, por algún motivo que desconozco, remeras batik. Era, según me cuentan, por lejos mi momento favorito de la semana. 

Desde entonces nunca dejé. Los talleres nunca dejaron de ser mi momento sagrado de la semana, hacía cosas para mi casa, para regalar, o simplemente por el disfrute de hacerlas.

Un día decidí tímidamente transformar ésta pasión en emprendimiento, hoy ocupa un lugar fuertísimo para mi y es también mi lugar de expresión, donde me animo cada día más a compartir lo que me gusta.

Para mi cumpleaños anterior al inicio de la pandemia, mi marido, familia y amigos se organizaron para entre todos, regalarme un torno. Fue un regalo pensado, amoroso, dulce. Lo agradecí profundamente, aunque desconocía aún todo lo que iba a transformar mi día a día y mi posibilidad de hacer crecer Piedra Pi.

Diseño todas mis piezas en mi taller en Coghlan, a mano o al torno, las pienso, hago pruebas, testeo los moldes, también a veces les consulto opinión! En 2023 terminé de terciarizar casi definitivamente la producción, en el taller de Fabio, lo que me permitió aumentar la oferta de piezas y ahora en 2024, que estoy esperando la llegada de mi primera hija, es una decisión que agradezco muchísimo. 

También en 2023 el proyecto se renovó, cambió de nombre, y decidí enfocarme casi exclusivamente al diseño de vajilla, con la idea de aportar a sus mesas, y a su día a día, diseño, calidez y detalle. Piezas que les acompañen en su cotideaneidad, en su vida en casa y que sean compañeras y testigos de sus momentos especiales. La belleza en la calma, en el día a día, en lo simple.

El 2024 nos encuentra ideando nuevas piezas, trabajando para hacer crecer nuestra producción, y con el proyecto de expandir nuestro taller para seguir creando y especialmente, volver a ofrecer también gres! Así que si llegaste hasta acá, GRACIAS y estemos en contacto que se vienen cosas muy lindas. 

 

¿Por qué Piedra Pi?

 

En la última parte de 2022 encaré un proceso de rebranding en donde junto a las diseñadoras gráficas que lo llevaron a cabo, evaluamos la posibilidad de renovar el nombre del emprendimiento, si surgía algo que nos resonara. Por esas mismas fechas, fui a una sesión de biodecodificación en donde me enteré casi de casualidad de que la forma de uno de los collares de gres que había estado diseñando y compartiéndoles durante todo el año, la dona que llevaba puesta al cuello, se asemejaba a la Piedra Pi. 

Se podrán imaginar mi cara. “¿La qué???” dije. Y ahí conocí acerca de la Piedra Pi. 

La Piedra Pi, también llamada piedra Munay Ki, es un portal dimensional que simboliza, por su forma redonda, plana y con un hueco en el centro, el campo energético luminoso del ser humano. 

Nuestro cuerpo de luz es como una especie de dona que está conectada con nuestros chakras. Podemos ver nuestro cuerpo dentro de una especie de tubo de luz, o toroide, que llega desde el centro del Universo y pasa sobre nosotros llegando hasta la mitad de la Tierra. Es nuestro lugar de fuerza, nuestro campo luminoso lleno de energía, en el que nos conectamos con todas las energías fuera de nuestros sentidos. Es por esto que es una creencia común que estas piedras traen buena suerte a aquéllos que las usan.

Me gustó Piedra Pi por su significado, porque lleva la palabra piedra, ¡porque me pareció lindo! y porque si bien lo conocí de manera fortuita, de alguna forma, aún antes de decidir que quería renovar el nombre del proyecto, había estado volando ahí cerquita durante todo 2022. Sincronicidad.

Así que les doy la bienvenida nuevamente a Piedra Pi : ) y ¡gracias por formar parte!

Martu